La idealización es un mecanismo de defensa que consiste en deformar algo adornándolo para que no haga sufrir. Se sustituye por una idea más conveniente, inspirada por un ideal de perfección.
Este término fue acuñado por el filósofo francés Jules de Gaultier y se inspira en Emma, la protagonista de la novela “Madame Bovary”, de Gustave Flaubert, quizás la heroína más insatisfecha de la historia de la literatura.
Los llamados mecanismos de defensa son dinámicas habituales que utilizamos para protegernos de afectos angustiantes. Sirven para darnos seguridad y ahorrarnos displacer.