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Psicología y psicoterapia de personas mayores

Tercera Edad

Es posible beneficiarse de la psicoterapia a cualquier edad.

En edades avanzadas la terapia ayuda a las personas a disminuir su sentimiento de incapacidad o invalidez y ello propicia un mejor funcionamiento y  calidad de vida.

Se trata de gozar de una buena salud mental en la última etapa de la vida. La soledad, el fallecimiento de personas significativas, la enfermedad, así como la pérdida de autonomía y de funciones que cumplir en la sociedad, son circunstancias que a menudo dificultan la capacidad de seguir disfrutando de la vida. Estos estados psicológicos provocan daños profundos en la salud mental y emocional del anciano y tienen repercusiones en el entorno familiar y social que lo acompañan.

Factores psicológicos que afectan al paciente en la tercera edad

En la senectud suele presentarse una deplorable soledad, sentimientos de inutilidad, falta de afecto, aislamiento social, sentimientos de abandono, inactividad, disminución de la autoestima, desesperanza o angustia frente a la muerte.

La depresión es frecuente y el riesgo de suicidio a esta edad es alto en personas deprimidas, de las cuales sólo un pequeño porcentaje de ellas recibe un tratamiento adecuado.

La Terapia

La terapia se basa esencialmente en lograr una comunicación terapéutica con el objetivo de conseguir un sentimiento de bienestar emocional, una relación equilibrada y armónica consigo mismo y con el mundo, para ajustarse constructivamente a la realidad, potenciando las relaciones empáticas, la productividad y la estabilidad emocional.

La última etapa, la de la vejez, necesita de la aceptación de lo que ha sido uno en la vida para poder aceptar la muerte próxima. Aceptar la propia insignificancia en la vida ayuda a aceptar el hecho de que pronto se vaya a morir. Un destino diferente le aguarda al anciano que se lamenta de los errores cometidos en el pasado y de los sueños no cumplidos.

 

La vejez puede ser una época de realización, de agradable productividad, de consolidación de la madurez y la experiencia, de disfrute de las habilidades y conocimientos que se han logrado desarrollar a lo largo de la vida, siempre y cuando una buena salud psíquica lo permita.

Nada puede revertir el envejecimiento pero con el buen uso de la sabiduría adquirida el recorrido final por la vida puede ser muy agradable.

 

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